Alumna Grado de Educación Primaria de la Universidad de Murcia

jueves, 4 de mayo de 2017

LOS NIÑOS ACOSAN A GOLPES, LAS NIÑAS POR WHATSAPP

                                                           Ilustración: Cinta Arribas

Uno de cada diez menores ya ha sufrido acoso en las aulas, mientras que uno de cada tres ha agredido a un compañero, ¿cómo podemos frenar esto? ¿por qué un niño atacaría a otro? ¿Cómo un niño es capaz de agredir así? Son preguntas aparentemente fáciles de responder, pero esconden una realidad complejísima: el bullying en España es un mal muy frecuente y los expertos no paran de repetir que que hay que acabar con él desde la raíz, las aulas, el mismo sitio donde comienza.
Uno de cada diez alumnos de las aulas españolas ya ha sufrido acoso escolar, uno de cada tres ha agredido a un compañero. ¿Por qué? Por las características físicas de la víctima, por el "me tienen manía", "porque soy diferente" o, simplemente, por la agresividad de los acosadores. Esta última razón aparece cada vez más, la propia violencia de los agresores se ha convertido en el segundo motivo más frecuente por el que se produce bullying entre los menores españoles. Para frenar el acoso escolar hay que conocer todas sus variables. A esta violencia se le une otro motivo de preocupación, la aparición del ciberbullying en las aulas españolas crea un panorama desolador: los menores que sufren acoso pierden el único espacio que tenían donde estar en paz, su casa. Cuando el acoso se produce a través de un teléfono móvil, un aparato con el que los adolescentes conviven cada día, los ataques no paran: el acosador vive en la pantalla de las víctimas.
El tipo de acoso depende del género: los niños en mayor medida agreden físicamente a sus víctimas, mientras que las niñas lo hacen a través de internet; atemorizan, insultan y amenazan, con fotos comprometidas o difundiendo información personal. Hay más victimas mujeres que hombres y el acoso se produce en torno a los 13 años.
Hay dos variables muy importantes. La primera es el control que los padres hacen del uso de esos dispositivos y la segunda, el desconocimiento de los jóvenes sobre que sus acciones pueden ser un delito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CLASSDOJO