INTERACCIÓN PROFESOR-ALUMNO
Si nos remontamos a las primeras investigaciones sobre cómo debía ser el comportamiento de cualquier profesor, podemos ver que los estudios se dirigían a demostrar la existencia de lo que se denominó eficacia docente, pretendiendo identificar qué características de personalidad y comportamiento, por parte del maestro, eran las que producían mejoras en el rendimiento escolar, siendo estas características intuiciones de expertos sobre los rasgos que mostraban los profesores en su trabajo. A estos se les llamó estudios presagio-producto, pero actualmente se les concede muy poco valor científico.
Otro enfoque es el de proceso-producto, el cual presta atención a lo que el profesor "hace en el aula" y no a lo que el profesor "es". La eficacia docente se define como aquel comportamiento del profesor que se demuestra asociado a una mejora en el rendimiento de sus estudiantes.
Los maestros "eficaces" no se identifican con aquellos que poseen unas características o rasgos de personalidad "deseables, ni siquiera con los que conocen y utilizan "supuestos métodos ideales de enseñanza", sino con aquellos que en las situaciones reales del aula son capaces de desarrollar conductas concretas asociadas a un progreso en las actitudes y rendimiento de los alumnos.
Lo que ocurre en el aula se conceptualiza como relación entre las variables proceso y las variables producto. Las variables proceso son la conducta del profesor, la de los estudiantes y su interacción, con lo que el logro académico es la principal variable producto considerada.
Las investigaciones, en este sentido realizadas por Medley 81979), resaltan sobre todo dos conclusiones:
1) Un profesor eficaz en producir resultados cognitivos es igualmente eficaz en mejorar la autoestima de sus alumnos y en generar actitudes positivas hacia la escuela.
2) No existe un único patrón de eficacia docente, aunque este concepto se puede estructurar en torno a tres factores:
1. Ambiente de aprendizaje: Capacidad para mantener el orden en la clase en base a pocas intervenciones directas del maestro, el empleo de una motivación positiva, no coercitiva, de alabanzas, y se asocian positivamente con el rendimiento.
2. Utilización del tiempo por parte del alumno: La metodología que parece más rentable es, la realización de actividades en gran grupo dirigidas por el profesor, así los alumnos tienen oportunidad de dedicar más tiempo a tareas académicas.
3. Método de instrucción: Revela como más eficaz las instrucción directa por parte del profesor que no dejara mucho lugar al trabajo independiente del aprendiz y ocupaba poco tiempo en comentarios, preguntas y discusiones de los alumnos. Es el profesor quien plantea las preguntas, más de bajo que de alto nivel cognitivo, y quien supervisa atentamente el trabajo de sus pupilos.
Los factores 1 y 2 se refieren a estrategias de organización, gestión y control, mientras que el 3 se identificaría con una estrategia instruccional propiamente dicha.